Por Juan Carlos Estévez : «2030 empezó ayer» : De vez en cuando, es aconsejable hacer un alto en el camino, pararse y reflexionar. Y esto es lo que vamos a hacer los procuradores el próximo 7 de mayo

Por Juan Carlos Estévez : «2030 empezó ayer» : De vez en cuando, es aconsejable hacer un alto en el camino, pararse y reflexionar. Y esto es lo que vamos a hacer los procuradores el próximo 7 de mayo

Sí, empezó ayer, o anteayer, o la semana pasada, o quizás el pasado año, porque la vida no se para. Es una sucesión de hechos, actividades y proyectos, en la que todos nos vemos inmersos, a veces sin siquiera darnos cuenta.

Por ello, es aconsejable, de vez en cuando, hacer un alto en el camino, pararse y reflexionar. Y esto es lo que vamos a hacer los procuradores el próximo 7 de mayo. Habitualmente, y unas cuantas veces al año, hay reunión de decanos de los colegios de procuradores con los órganos rectores del consejo, en pleno del Consejo General. Sin embargo, estos plenos están condicionados por su correspondiente orden del día, y en cierto modo encorsetan los temas a tratar.

Por eso, vamos a llevar a efecto un encuentro durante todo el día, en el que cada uno puede expresar libremente todo aquello que considere oportuno, y con respecto a la materia que más le interese. En definitiva, vamos a realizar un repaso total a nuestra profesión, al tiempo que proyectamos ideas de futuro.

Hay tres ejes fundamentales alrededor de los cuales podemos desarrollar todas nuestras intervenciones, y que entiendo son tan generales que abarcan cualquier posible tema de interés.

El primero de esos vectores se refiere a la actividad legislativa en vías de desarrollo, tanto avanzada como incipiente, sin desdeñar aquellos otros proyectos que puedan ser considerados interesantes y que todavía están solamente en el limbo de las ideas. Muy recientemente, los procuradores hemos tenido la oportunidad de presentar enmiendas al Anteproyecto de Ley de Eficiencia Procesal del Servicio Público de Justicia. En los próximos días, nos tocará hacerlo con la Ley de Eficiencia Organizativa del Servicio Público de Justicia. Más adelante, pero después del verano, según parece, nos corresponderá hacerlo con la Ley de Eficiencia Tecnológica.

Como bien es sabido, estas tres leyes componen la trilogía del Ministerio de Justicia para su avance hacia el mundo sostenible de la agenda 2030. Aquí, como en tantas otras cosas, los procuradores estamos y tratamos de aportar nuestros conocimientos y experiencia para una mejora de los textos legales, lo que, en definitiva, no tiene otro objetivo que mejorar la Justicia española, a lo que tiene notorio derecho toda la ciudadanía.

Los procuradores tratamos de aportar nuestros conocimientos para mejorar las leyes

Pero la agenda legislativa del ministerio no debe pararse ahí y debe continuar avanzando por otros terrenos que son tan necesarios para una mejora de la Justicia. Por ejemplo, la ejecución de sentencias, que en España continúa siendo tan dilatada en el tiempo y tan deficiente, si observamos el derecho comparado.

Como todos sabemos, la desdichada pandemia que estamos sufriendo ha traído como consecuencia, entre otras cosas, una repercusión económica, con una disminución del PIB y, en general, de la actividad económica. Los procuradores tampoco somos ajenos a todo esto y, al disminuir el número de procesos en los tribunales, disminución bastante acentuada, hemos visto que también bajaba el número de procedimientos judiciales que llegaban a nuestros despachos, con la consiguiente pérdida económica para cada uno de nosotros.

Además de poner todos los medios a nuestro alcance para colaborar en la recuperación de toda esta actividad, creo que es momento oportuno para que también reflexionemos sobre cómo actualizar y modernizar nuestros despachos, nuestro ejercicio profesional y, en definitiva, el servicio a nuestros clientes. Por ello, espero que este segundo vértice de los tres a los que me he referido sea objeto de profundos debates y, muy especialmente, de aportación de ingeniosas soluciones.

La disminución de procesos judiciales ha mermado los ingresos de los procuradores

Por último, restaría el tercer eje, referente a nuestras instituciones: colegios, consejos autonómicos y Consejo General. Aquí, debemos intentar proyectar el futuro con objetivos sostenibles y asumibles, marcando una hoja de ruta para nuestras organizaciones representativas, equilibrando nuestra proyección social con la utilidad de los servicios que prestamos.

Ciertamente, siempre hemos tenido carencias de conocimiento social. Nuestra profesión es conocida y reconocida en el mundo de la Justicia, pero casi ignorada en el ámbito de la calle. En algún momento, habremos de superar este reto.

Creo que lo más importante es mejorar y dar a conocer todos los servicios que prestamos, colaborando con ello a una mejor Administración de Justicia. Estos abarcan un amplio abanico: formación, mediación, portal de subastas electrónicas. Todos ellos, y otros que entiendo que puede ofrecer nuestra profesión, habrán de estar siempre a bordo del barco que nos conducirá por la sostenibilidad de la agenda hacia el año 2030.

Nuestra profesión es reconocida en el mundo de la Justicia, pero ignorada en la calle

Tengo la absoluta seguridad de que la tormenta de ideas que se va a producir el próximo día 7 abocará a unas conclusiones cuya puesta en práctica hará que nuestra profesión continúe avanzando y prestigiándose dentro del mundo de la Justicia y de la sociedad española. Ello coadyuvará a una mejor y más próxima Administración de Justicia, que es el objetivo que todos debemos perseguir y que se merece la ciudadanía española.

Estoy convencido de que el año 2030 no solo empezó ayer, sino que llegará mañana.



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